DISEÑO GRÁFICO ESPAÑOL EN LOS 70

Si comparamos la gráfica española del siglo XX y las de Europa y los Estados Unidos en el mismo periodo, observamos que estilísticamente hay muchas convergencias, y que en España las circunstancias históricas no fueron favorables. España no pudo llevar el mismo ritmo que el resto de Europa. La desaparición de Franco, provoca que nuestro país se libere de la autarquía y viva un potente proceso de desarrollo, iniciandose una nueva etapa democrática y siendo capaz de coordinar las tendencias y corrientes que lograrán una proyección internacional a fines del siglo.





A principios de los años setenta el arte era “autorizado” o reflejaba la desolación de los defensores de la República. Fue el historiador Valeriano Bozal quien definió la situación de la siguiente manera: “…quizá sea el diseño gráfico el que de un modo más decisivo ha contribuido a cambiar la imagen de nuestro medio, haciendo de él, como algunos dicen, un medio más europeo”
Una vez el país se libero de la dictadura y empezó su proceso de modernización, el diseño gráfico se transformó en la imagen de la renovación de toda una sociedad. Los periódicos, las editoriales, las empresas, los partidos políticos, las asociaciones, servicios públicos… se unieron con el diseño para renovar su imagen, siguiendo el modelo de los países europeos. 



Logotipo PSOE. Cruz Novillo. 1976

Logotipo RENFE. Juan Toribio, 1971

Los diseñadores se alían buscando una solución a las preocupaciones lingüísticas y, en consecuencia, empiezan a distanciarse del diseño estrictamente comercial o publicitario. Surge una nueva generación de creadores, nacidos en la postguerra que tendrán acceso a la universidad, habitualmente autodidácticas o formadas en escuelas de artes y oficios. En esta década los diseñadores gráficos ya son técnicos de la comunicación, expertos en el tratamiento de la imagen y que utilizan sin problemas la tradición tipográfica, la fotografía, el collage, y las aportaciones del arte contemporáneo vanguardista.

Identidad Grupo Sarrió. 1972. Onesim Colavides Caralt. Influencia Pop Art 

El postindustrialismo provoca el nacimiento de la identidad corporativa, creando una especie de fusión humanista y racional que integran la labor del diseñador y del sociólogo dentro de un marco empresarial. Este espíritu  provenía de la fusión de la industria y el arte propia de la Bauhaus. Esta novedad encontró su oportunidad para llegar a España a principios de los setenta de la mano de la empresa líder norteamericana que había fundado Walter Landor.

Camper. Carlos Ronaldo. 1978


Iberia. Landor. 1976


ONCE. Fermín Garbayo. 1978. 

Cruz Novillo fue uno de los más notables pioneros, en 1977, dos años después de la muerte de Franco, se encargó de renovar una de las imágenes gráficas más escleróticas, militarizadas y descoordinadas del sector de la empresa estatal: Correos y Telégrafos. En este caso, el diseñador se atrevió a crear una imagen basad en el color amarillo, con el pictograma de una corneta civil con perfil grueso.

Rediseño logotipo Correo y Telégrafos. Por Cruz Novillo. 1975 

Renovación billete 1.000 pesetas. Cruz Novillo. 1978.

Renovación billete 5.000 pesetas. Cruz Novillo. 1978.

Aparecieron revistas de temas especializados en diseño, entre 1972 y 1974 se llegaron a publicar siete números de “Temas de Diseño”, publicación pionera en España, extraordinariamente adelantada a su época. La gráfica fue desarrollada por Cruz Novillo, y en su contenido se realizaba un ensayo y una visión genérica del diseño. Cuatro años más tarde, apareció el primer ejemplar de la revista “ON”,  por el momento la única oferta editorial que contemplaba el diseño, entre otras disciplinas de su contenido temático. La revista “Poesía”, editada por el Ministerio de Cultura Nacional, quizá fue la mejor publicación de su tipo, de la mano de Diego Lara en 1979. 
  






Poesía. Revista Ilustrada de Información Poética. 1977-1982


Una vez muerto Franco, España despegó los pies del suelo, y empezó una nueva etapa publicitaria, donde destacarán diversas agencias. MMLB (Monfort, Moliné, Lorente y Borsten) (1971)  marcará muchas pautas éticas y morales a aplicar para conseguir una publicidad de calidad y rigor. Realizarán campañas basadas más en la repetición de los eslóganes que en la creación de imágenes ‘artísticas’ y van a darle gran protagonismo a la fotografía. Seguían rigurosamente estrategias previas de marketing que describen multiplicidad de estilos del momento histórico y un compromiso con la tecnificación del proceso creativo publicitario. No se lanzaba un producto sin antes no haber sido sometido a investigaciones sobre la competencia, consumidor y mercado.

Manolo Prieto, quizá uno de los más destacables profesionales del diseño de España, conocido por su  obra “El toro de Osborne” en 1956. En 1972, desarrolló el diseño de logotipo de Seguros Santa Lucía S.A. Ha sido premiado numerosas veces.

Manolo Prieto

Diego Lara, José Santamarina, Enric Satué, el Equipo Ceferino Namuncurá, Albert Isern Enric Huguet, Aberto Corazón, Josep Pla-Narbona, y  Javier Mariscal son también importantes referencias que pisarán fuerte y protagonizarán un resurgir de nuestra gráfica que es reclamada internacionalmente.




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